Si actualizaron a Windows 10 pero el sistema tarda mucho tiempo en iniciar, los siguientes pasos ayudarán a resolver el problema. ¡Son sólo 5 pasos!

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Paso 1: En el menú de inicio escribir "msconfig" y abrir la aplicación.

Paso 2: En la ventana que se abre hacer clic en arranque.

Paso 3: Hacer clic en opciones avanzadas.

Paso 4: Activar las opciones "número de procesadores" y "cantidad máxima de memoria"
Paso 5: Poner los valores al máximo y hacer clic en aceptar.

¡Y LISTO!

La próxima vez que inicie el sistema utilizará todos los recursos disponibles, acelerando la carga (boot) del Windows 10.

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